En las costas del Golfo de México pueden verse contenedores aterradores. Aterrorizan incluso a los científicos. Se aconseja a los visitantes de la playa que tengan cuidado y no intenten abrir estas botellas.
En los recipientes descubiertos hay hierbas, uñas, pelo o «fluidos humanos». Por regla general, este tipo de botellas se utilizaban en Gran Bretaña, donde en los siglos XVI-XVII se creía en la existencia de brujas y en la posibilidad de enviar dolencias con la ayuda de conspiraciones mágicas.